lunes, 18 de febrero de 2008

La objetividad y la política, por E. Sánchez

La actual legislatura está tocando a su fin. Es el momento, de cara a las elecciones que se avecinan, de que el partido del gobierno, el PSOE, haga balance de los logros conseguidos, de las leyes desarrolladas y, en general, del estado del país después de estos cuatro años.

Nadie puede pensar seriamente que un gobierno es capaz de hacerlo todo bien, aunque resulta evidente que es materialmente imposible hacerlo todo mal. Pero una obviedad semejante es la base en la que el PP ha fundamentado cuatro años de oposición.

Los principios aplicados en el ejercicio de su labor opositora están recogidos, a grandes rasgos, en el siguiente decálogo:

El PP, como heredero de los tradicionales valores que hicieron grande a España, y único partido en posesión del C.E.M (Certificado de Excelencia Moral), expedido por la Conferencia Episcopal, es el destinado a gobernar para salvaguardar el bienestar tanto económico como espiritual de todos los españoles. El PSOE, que usurpó este privilegio mediante oscuras maniobras e inconfesables contubernios, solo tiene como fin el socavamiento y la destrucción de pilares fundamentales de la sociedad, como son la familia, la democracia y la unidad de España. Dichos pilares, desoyendo los infalibles vaticinios del Oráculo de Génova, se empecinan en seguir de pie.

Para el PP, ninguna ley desarrollada por el PSOE es buena. De hecho han votado contra la mayoría.

Para el PP, ningún dato facilitado por el Ejecutivo es positivo. Y si lo fuera, dicho dato es mentira o interesado, y en el peor de los casos, manipulado por el Organismo encargado de difundirlo.

Para el PP, cualquier acción emprendida por el Gobierno es errónea, un sinsentido, o una muestra de debilidad ante cualquier grupo, organización o país, sea cual sea el peso, influencia o relación de/con dicho grupo, organización o país.

Para el PP, cualquier acción que llevaron a cabo cuando eran gobierno fue producto de una elaborada estrategia política y una preclara visión de futuro . La misma acción, llevada a cabo por el PSOE es fruto de la incompetencia y la improvisación.

Para el PP, la buena marcha de la economía durante sus gobiernos fue debido al talento innato de la derecha para la buena administración. Si durante la actual legislatura esta situación ha mejorado notablemente en todos los capítulos solo se puede deber a una favorable coyuntura económica global que ha arrastrado a España. Es sabido que la izquierda, en cuanto tiene un euro se lo gasta por ahí, en un ejercicio de falsa solidaridad, apelando al mito de la redistribución de la riqueza, buscando el aplauso fácil de ciertos estratos sociales y de sus incondicionales.

Para el PP, cualquier presunto avance social conseguido en esta legislatura es un burdo intento de comprar las voluntades de los más desfavorecidos. Es mas, son medidas claramente electoralistas, independientemente del momento de su aplicación.

Para el PP, cualquier persona de relevancia social, en el campo que sea, que tenga la osadía de hacer público su apoyo al Partido Socialista, es un paniaguado, cuando no titiritero, que solo busca su beneficio personal, independientemente de su prestigio, trayectoria profesional o patrimonio propio.

Para el PP, cualquier actividad, prestación y/o beneficio social es susceptible de ser privatizado, a mayor gloria de la libre empresa. Lo contrario es derroche y mala práctica, dado que son mayoritariamente los inmigrantes con inclinaciones delictivas sus principales usuarios.

Por último, el PP es el partido de la moderación, de la mano tendida y del diálogo. El PSOE no ha hecho otra cosa que crispar la sociedad, enfrentar a los españoles y destruir la convivencia, liderado por ese lobo con piel de cordero, cáncer para el pueblo español y extremista confeso que es José Luis Rodríguez Zapatero.

Todo esto, y más, se ha escuchado de boca de los dirigentes “populares”, aunque luego, por esas prácticas malintencionadas y torticeras de los periodistas a sueldo de ciertos grupos mediáticos, se ha interpretado “fuera de contexto”.

Cualquiera con un mínimo de objetividad debe ser capaz de valorar las labores de uno y otro partido, de sus modos y maneras de entender la política y de la capacidad de cada uno para decir la verdad y cumplir sus promesas. Solo hay que hacer un pequeño ejercicio de memoria y, como mucho, consultar las hemerotecas.

Este país se merece otra manera de hacer oposición, otra derecha, civilizada y constructiva. Y si no fuera posible, lo que este país no se merecería jamás es que estos personajes del PP volvieran a gobernar.

2 comentarios:

Sephrenia dijo...

De acuerdo con casi todo, aunque se os ha olvidado decir que Zapatero es el mentiroso mayor del reino. Al menos eso es lo que afirma sin descanso Aceves, quien dijo "la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad" sobre el 11-M. ¡Pero qué cara tienen algunos! Parecen creer que basta con repetir mil veces que alguien es un mentiroso para que, como les pasó a ellos, pierda las elecciones. Ni se plantean que los españoles seamos lo suficientemente inteligentes como para que nos importe quién es, DE VERDAD, el mentiroso

morning cielos dijo...

Hoy me llegó un mail sobre lo que presuntamente dijo John Howard, ex primer ministro de Australia sobre los inmigrantes musulmanes. Ese mail, que reproduce un par de líneas desafortunadas de un discurso del ex PM en el 2005 ha sido recreado, aumentado, agrandado y distorsionado por miles de personas creativas que se dedicaron a agregar líneas a placer. Lo que me llega a mi es un conglomerado de basura (Howard era basuresco pero tenía experiencia y jamás hubiera dicho burradas dignas de Chavez). Hay miles de paginas web que se hacen eco de ese supuesto discurso. se tragan la mentira como pipas. Esto sucede con un mail que circula en la web. Ya imaginate lo que pasa cuando la mentira viene institucionalizada. O de alguien en una posicion de poder o con renombre.
Cuando la oposición usa esa táctica para descalificar al partido gobernante, no es porque son idiotas y no saben lo que hacen. Mas bien tienen muy clarito lo que estan haciendo. Porque hay una porción de la población que es lo que quiere escuchar. Pan y circo, que las estadísticas y datos son para otros.