El problema de la memoria, por V. García y E.Sánchez

Leemos en el último El Pregón municipal, no sin asombro, todas las cosas estupendas que el PP va a hacer si gana las próximas elecciones. Entre ellas no figura el seguir mintiendo, porque sería una obviedad: lo hará. Tampoco parece que vayan a tratarse ese grave problema de memoria que les aqueja desde hace aproximadamente un mes. Se les ha olvidado convenientemente cómo dejaron el país después de ocho años de gobierno, de las cifras económicas y de empleo en el 2004, y de los comportamientos vergonzosos que tuvieron durante aquellas dos legislaturas. ¿O se nos han olvidado a todos los hilillos del Prestige? ¿Y las conversaciones con “el movimiento vasco de liberación” (como tuvo a bien llamar a los asesinos etarras el Sr. Aznar) en las que participó un obispo? ¿Y el vergonzoso espectáculo del Yak 42, con el opusdeístico Sr. Trillo avergonzando al Ejército y a todos los españoles, olvidándose del mandamiento que dice:”No mentirás”? ¿Y la guerra de Irak, en contra de la opinión mayoritaria de los españoles, a los que Aznar despreció, obedeciendo las indicaciones de su amo Bush? Y por fin, como colofón a sus hazañas, la guinda del pastel: la sarta de mentiras sobre el 11M, el intento de convencer a los españoles, con el apoyo incondicional de algunos medios de intoxicación (que no de comunicación) de la presunta conspiración en la que todo cabía, desde ETA hasta el gobierno legítimo de la nación, pasando por el servicio secreto israelí, la policía española, la judicatura, y cualquier institución nacional o internacional que hiciera falta.
Es evidente que los Sres. Rajoy, Aceves, Zaplana, Martín Pujalte y compañía han sufrido de PP (Pérdida Parcial de memoria), muy conveniente cuando se afronta una campaña electoral. De hecho, el Sr. Rajoy tiene el desparpajo de decir que preside el partido del diálogo, la moderación y la mano tendida. Y lo dice sin reírse, que tiene más mérito. Eso se cura leyendo periódicos atrasados, pero imaginamos que no tendrán tiempo. Ni ganas.
Y después de todo esto, nos quieren convencer de que Zapatero miente, y dicen:
- ¿Dónde está la financiación para la Ley de Dependencia?
Que se lo pregunten a los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Parcialmente desmemoriado, ya que son los únicos que no tramitan esas ayudas por supuestos problemas informáticos. En el resto de comunidades ya se están repartiendo.
- Que el paro está creciendo.
Olvidan, de nuevo, que cuando dejaron el gobierno la tasa de paro era de un 11% y ahora es de un 8,3%. Hasta el Sr. Pizarro sabe, si es que sabe algo, que el 8,3% es más bajo que el 11%. Esto es, hay más gente trabajando ahora que hace cuatro años.
- Que Zapatero ha mentido sobre ETA.
Mantener contactos con la banda terrorista después del atentado de la T4, para sondear las posibles divisiones dentro de la banda que este atentado había producido, no es lo mismo que negociar. De hecho nunca se ha negociado. El único que hizo concesiones fue el Sr. Aznar cuando “tragó” con el acercamiento de los presos, sin ninguna contraprestación, exigido por los terroristas. En esta última legislatura del PP hubo más de 40 muertos a manos de ETA. En la actual legislatura ha habido 4. Esos son los números que, por mucho que el Partido Parcialmente desmemoriado se empeñe, reflejan la realidad y no admiten manipulaciones.
- Que hay un millón de personas en situación irregular.
Lo primero es que la cifra de un millón es falsa. Son muchos menos (aproximadamente 350.000) Y lo segundo es que vuelven a olvidar que esta situación es herencia del gobierno del PP, que no hizo nada para frenar la inmigración ilegal.
- Que el PSOE no quiere debatir ni de terrorismo, ni de economía ni de inmigración.
Ya no recuerdan quien se negó a que hubiera debates electorales. Les refrescamos la memoria: se negaron el Sr. Aznar y el Sr. Rajoy. Y lo de debatir sobre economía, más les vale “no meneallo” después del repaso que se llevó su flamante fichaje, el Sr. Pizarro, a manos del “cansado y sin ideas” Sr. Solbes. Pues si le llega a pillar descansado…

En cuanto a sus promesas electorales, que no resisten ni el análisis más superficial, cabe preguntarse por qué no hicieron todo lo que prometen, a día de hoy, en los ocho años que gobernaron. ¿Se han dado cuenta ahora?

Haciendo un repaso rápido, vemos lo siguiente:

Prometen:

- Derrotar al terrorismo. ¿Pero no fue Miguel Ángel Rodríguez, portavoz del gobierno de Aznar, quien afirmó, ante el inicio de conversaciones con los terroristas, que “no debería haber vencedores ni vencidos”?
- Construir España entre todos. ¿Cómo lo quieren hacer, si son incapaces de llegar a acuerdos con ningún otro partido, y se quedan sistemáticamente solos en las votaciones del Congreso?
- Mejorar la calidad de la democracia. Seguramente se consigue insultando, mintiendo y pataleando en el Congreso de los Diputados o menospreciando a cualquiera que no sea de su opinión.
- Hacer de España un país seguro. Está claro que la forma de hacerlo es reduciendo las plantillas de la Policía y de la Guardia Civil en 7.243 efectivos, como hizo el Sr. Rajoy siendo Ministro del Interior.
- Recuperar nuestra voz en el mundo. ¿Lo piensan hacer volviendo a participar en guerras ilegales?
- Proteger el medio ambiente. ¿Harán ministro de Medio Ambiente al primo del Sr. Rajoy? ¿Conseguirán el pleno empleo prometido poniendo a todos los parados a plantar los 500.000.000 de árboles anunciados? Para lograrlo hay que plantar cuatro árboles por segundo, durante las 24 horas del día, durante los 365 días de cada uno de los cuatro años de legislatura. Si es así, seguro que lo consiguen.
- Por no seguir extendiéndonos, y para acabar: ¿protegerán nuestro modelo social actuando al dictado de la “progresista” y ”tolerante” Conferencia Episcopal?

Para saber lo que nos espera a nivel nacional con el PP en el gobierno, sólo hay que ver lo que tenemos con el PP en el Ayuntamiento: viviendas sociales de sobra, plazas en las guarderías municipales más que suficientes, instalaciones deportivas capaces, una infraestructura sanitaria inmejorable…en fin, un pueblo modélico envidiado por todos.